Cómo sigue funcionando la marihuana?

Un alambique funciona según un principio sencillo: calentar un líquido que contenga alcohol, dejar que los vapores alcohólicos hiervan, dirigir esos vapores a una zona de enfriamiento y condensarlos de nuevo en líquido. El whisky, a pesar de sus ricos sabores, es principalmente una mezcla de etanol y agua. Los compuestos que crean sus aromas característicos son sólo una pequeña fracción de la mezcla.

Aspectos básicos de la tecnología de los alambiques

Los alambiques han permanecido prácticamente inalterados durante siglos. Los alambiques modernos pueden tener características adicionales, pero su estructura básica es la misma. Para destilar cerveza y convertirla en whisky, se necesita..:

Una fuente de calor
Un recipiente para contener y calentar la cerveza.
Un espacio para dirigir los vapores alcohólicos lejos de la cerveza.
Un aparato para condensar los vapores de nuevo en líquido.

Métodos de calefacción
Históricamente, los alambiques se calentaban con llamas directas. Hoy en día, este método es poco frecuente, salvo en la industria del coñac. Hoy en día, la mayoría de los alambiques utilizan vapor para calentar la cerveza, ya sea a través de camisas que rodean la olla o de serpentines en su interior. El vapor calienta la cerveza, provocando su ebullición. A unos 94°C, los vapores enriquecidos en alcohol se elevan por encima de la cerveza.

El papel del cuello y el brazo de Lyne

El cuello y el brazo del alambique dirigen estos vapores lejos del líquido en ebullición. La forma y la altura del cuello influyen significativamente en el sabor y el aroma del whisky. Los cuellos más altos hacen que algunos vapores se condensen y vuelvan al pote, produciendo un destilado más delicado. El ángulo del brazo de lyne también es importante. Un ángulo hacia arriba favorece el reflujo interno, dando lugar a destilados más ligeros, mientras que un ángulo hacia abajo produce sabores más pesados.

Condensación e interacción del cobre

Una vez que los vapores llegan al condensador, se enfrían hasta convertirse en líquido. La interacción entre los vapores y el cobre del condensador es crucial. El cobre elimina los aromas sulfurosos no deseados y potencia los ésteres afrutados. Los condensadores modernos de casco y tubo maximizan el contacto con el cobre, produciendo bebidas espirituosas más limpias y afrutadas.

El proceso de destilación

La mayoría de los alambiques utilizados para la elaboración de single malts requieren dos pases de destilación. La primera destilación convierte una cerveza de 8% ABV en un "vino bajo" de 25% ABV. La segunda destilación concentra el vino bajo en aproximadamente 70% ABV. Durante la segunda pasada, el destilador realiza "cortes" para separar las partes deseables del aguardiente de las indeseables. El destilado inicial, o "cabezas", suele tener aromas disolventes y no se conserva. El destilador espera los "corazones", la parte de alta calidad, y la recoge. A medida que la destilación continúa, los sabores se vuelven amargos o agrios, dando lugar a las "colas", que pueden reciclarse en el siguiente lote.

A pesar de los avances tecnológicos, la función básica de los alambiques sigue siendo sencilla y eficaz. Su diseño duradero y su fiabilidad los convierten en la columna vertebral de la producción de whisky de malta.

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