Controle la intensidad del calor y el caudal de vapor durante la destilación
Como eslabón central del proceso de elaboración de bebidas espirituosas, la destilación tiene como objetivo separar el alcohol y otras sustancias volátiles del licor fermentado mediante calentamiento y condensación, para después formar las bebidas espirituosas que conocemos. En este proceso, el ajuste de la intensidad del calor y el caudal de vapor están directamente relacionados con el sabor, el gusto y la calidad de las bebidas espirituosas.
Intensidad del calor:
- Calor intenso: Aumenta el volumen pero reduce la concentración de alcohol e introduce más impurezas y sabores.
- Calor suave: Disminuye el volumen pero da lugar a una mayor pureza del alcohol con menos impurezas y sabores.
Recuerde que la destilación no crea alcohol, sino que lo extrae de la mezcla, variando su concentración en función del proceso.
Caudal:
- Flujo más rápido: Al hacer funcionar el alambique con un chorro fino y constante, se obtiene más volumen con un ABV más bajo y sabores más ricos, lo que produce un acabado suave.
- Flujo más lento: Maximiza la separación y el reflujo, lo que resulta en menos volumen pero mayor ABV con menos impurezas. Sin embargo, a menudo produce un sabor más picante.
La clave está en ajustar el caudal. Una velocidad excesiva puede hacer que las cabezas y las colas se mezclen con el corte intermedio, lo que no es deseable en los cortes, pero es aceptable en el decapado.
Teniendo en cuenta lo anterior, depende de usted decidir si desea mantener un cierto equilibrio con un caudal más bajo y un calentamiento suave para conservar el dulzor y los sabores a grano deseados, o con un caudal más rápido y un calentamiento intenso para lograr un perfil más puro.
