Estructura y clasificación de los alambiques en la producción de whisky

En la producción de whisky, el alambique es una pieza tradicional e indispensable. Dependiendo de su función, suele dividirse en dos tipos: el alambique de lavado (utilizado para la primera destilación) y el alambique de alcohol (o alambique de baja graduación, utilizado para la segunda destilación). La combinación de estos dos alambiques aumenta eficazmente el contenido de alcohol y contribuye a dar forma al carácter distintivo del aguardiente.

Clasificación funcional

1. Lavar alambique
Tras la fermentación, el destilado suele contener aproximadamente 8 % ABV de alcohol. Se carga en el alambique de lavado y se destila, aumentando el grado alcohólico hasta aproximadamente 23 % ABV. El destilado resultante se conoce como aguardiente de primera destilación o vino bajo.

2. Alambique de bebidas espirituosas
El vino bajo se destila de nuevo en el alambique. Durante esta etapa, el destilado se separa en tres partes:

Precursores (Cabezas) - la porción temprana, que contiene compuestos indeseables;

Corazón (Corte Medio) - la porción deseable, que será madurada;

Feints (Colas) - la porción final, que contiene compuestos más pesados.

Sólo se selecciona el corte del corazón para el envejecimiento, mientras que las cabezas y las colas suelen reciclarse y mezclarse con el siguiente lote de vino bajo para su redestilación. Los alambiques de aguardiente suelen tener menor capacidad que los alambiques de lavado.

Estructura y características técnicas

El diseño de un alambique varía enormemente y cada elemento desempeña un papel importante en la configuración del estilo final del whisky. Las destilerías seleccionan formas, tamaños y configuraciones específicas para lograr el perfil de alcohol deseado.

1. Caldera

La caldera es el recipiente principal que contiene y calienta la colada. Su tamaño y forma afectan directamente a la capacidad del lote, la eficiencia del calentamiento y la dinámica del vapor.
El cobre es el material preferido para los alambiques, no sólo por su excelente conductividad térmica, sino también por su capacidad para reaccionar con los compuestos de azufre, reduciendo así los sabores desagradables, como las notas gomosas o sulfurosas. Este proceso de purificación mejora la suavidad y pureza generales del destilado.

2. Cuello de cisne

El cuello de cisne, situado en la parte superior del alambique, conecta la caldera con el brazo de lyne. Puede tener forma de cebolla, linterna o bulbo, dependiendo del diseño de la destilería.
La altura y la curvatura del cuello influyen significativamente en el nivel de reflujo, el proceso por el que el vapor ascendente se condensa en la superficie de cobre y regresa a la caldera.

Un mayor reflujo produce un aguardiente más ligero y delicado, ya que los compuestos volátiles se refinan mediante condensación y evaporación repetidas.

Con menos reflujo se obtiene un whisky más pesado y robusto, con un carácter más fuerte.
En general, los cuellos más altos y estrechos favorecen el reflujo, mientras que los diseños más cortos y directos crean espíritus más llenos y aceitosos.

3. Brazo Lyne

El brazo de lyne es el tubo de cobre que se extiende desde el cuello de cisne hasta el condensador. Su ángulo, longitud y orientación (ascendente, horizontal o descendente) tienen una gran influencia en el espíritu final.
Un brazo en ángulo ascendente favorece el reflujo y da lugar a un aguardiente más ligero, mientras que un brazo en ángulo descendente permite el paso de compuestos más pesados, como ácidos grasos y ésteres, creando un whisky más rico.
Algunas destilerías instalan un purificador o un tubo de retorno en forma de U entre el brazo del lyne y el condensador para enviar los vapores más pesados de vuelta al alambique. El destilador debe equilibrar cuidadosamente estos parámetros para conseguir el perfil de sabor deseado.

4. Condensador

El condensador enfría el vapor de alcohol y lo convierte en líquido. Hay dos tipos comunes utilizados en la producción de whisky escocés:

Condensador de tornillo sin fin - Un diseño tradicional en el que un tubo de cobre enrollado (el "tornillo sin fin") se sumerge en un depósito de agua abierto. Como el vapor entra menos en contacto con el cobre, el whisky resultante retiene más compuestos de azufre y sabores más intensos, lo que le confiere un carácter robusto y con más cuerpo.

Condensador de carcasa y tubos - Un moderno cilindro vertical de cobre relleno de numerosos tubos finos. El agua de refrigeración fluye en dirección opuesta a la del vapor, lo que aumenta el contacto con el cobre y permite obtener un aguardiente más limpio y ligero. La mayoría de las destilerías escocesas contemporáneas han adoptado este diseño por su eficacia y la calidad constante de su aguardiente.

Un alambique es mucho más que un recipiente para calentar y evaporar: es el corazón de la creación del estilo del whisky. Desde el wash still hasta el spirit still, pasando por cada elemento estructural (la caldera, el cuello de cisne, el brazo de lyne y el condensador), cada detalle del diseño influye sutilmente en el aroma, el sabor y la textura del whisky.

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