La parte del ángel durante el envejecimiento de las bebidas espirituosas en las destilerías
Bienvenido al fascinante mundo de los vinos y licores. Es posible que haya oído hablar de la "parte de los ángeles", que hace referencia al proceso de evaporación natural que se produce durante el envejecimiento del alcohol en barricas. El proceso de envejecimiento es crucial para determinar el sabor final y la calidad del producto. En este fenómeno influyen diversos factores y es especialmente significativo en las bodegas. Esperamos que esta información le resulte interesante e instructiva.
El término "ángeles" tiene sus raíces en la alquimia y hace referencia a los compuestos volátiles que escapan de las barricas durante este proceso. La parte de los ángeles es la porción de alcohol almacenado que se evapora con el tiempo debido a diversos factores, como la temperatura, la humedad, la circulación del aire, la presión atmosférica, el almacenamiento en barrica, el tamaño de la barrica y el nivel de llenado de la misma.
A primera vista, se podría pensar que cuanto mayor sea la barrica, más rápida será la velocidad de evaporación. Es importante señalar que el tamaño de la barrica desempeña un papel fundamental en la velocidad de evaporación, contrariamente a las suposiciones iniciales. Las barricas más pequeñas experimentan un índice de evaporación más rápido debido a una mayor superficie de líquido-madera expuesta al aire, lo que facilita la extracción de la parte de los ángeles.
El entorno de almacenamiento desempeña un papel crucial en la tasa de evaporación de las bebidas espirituosas. En Australia, donde son habituales el calor y la humedad elevados, la parte de los ángeles es notablemente mayor, oscilando entre 6 y 10% al año. Estos factores contribuyen al perfil de sabor único del whisky australiano. En climas más cálidos, como la India, las tasas de evaporación anuales pueden alcanzar las 12%. Sin embargo, en Escocia, cuna del whisky escocés, la pérdida media anual es de sólo 1-2%.
Para ser considerado un whisky escocés, debe madurar un mínimo de tres años. Durante este tiempo, un pequeño porcentaje del volumen se pierde por la acción de los ángeles, que es una parte natural del proceso de maduración. El resultado es un producto que es testimonio del tiempo, la habilidad y la dedicación de los destiladores. Tras 25 años de maduración en Escocia, un whisky puede perder una cantidad significativa de su volumen, hasta 25-50%, lo que le añade un valor excepcional.
¿Cómo se contabiliza la parte de los ángeles?
Cada caso de pérdida de producción, irregularidad e imperfección se anota y contabiliza con prontitud. La destilería se asegura de que se contabilicen todos los aspectos del proceso de producción, lo que da lugar a un análisis de costes justo y preciso. A medida que la bebida espirituosa envejece, la "parte del ángel" contribuye a aumentar los costes. El coste total del embotellado, incluido el almacenamiento, la elaboración, el embotellado y el envasado, se divide entonces por el volumen neto total producido, lo que se traduce en un coste y un precio de venta al por mayor o al por menor más elevados. Se excluyen la comercialización, el transporte, los impuestos y los márgenes.
En el mundo de los espíritus, la parte de los ángeles es algo más que una pérdida. Es un sacrificio que realza la riqueza y profundidad del producto final. Con cada año de maduración, la bebida espirituosa se convierte en una sinfonía de tiempo, sabor y artesanía, que culmina en un oro líquido que cautiva los sentidos.